Todos estamos claros que la pandemia del coronavirus tiene y seguirá teniendo efectos negativos importantes en la economía global, afectando la estabilidad económica, financiera y fiscal de nuestro país. Ante este escenario, nos surgen tres preguntas claves que necesitamos responder para reducir la incertidumbre en la planificación de nuestros negocios: ¿Cuánto va a durar la crisis? ¿Cómo va a impactar a mi negocio? ¿Qué debo hacer para mitigar los riesgos?

Partiendo de los análisis de varios expertos epidemiólogos, todo parece indicar que existe una alta probabilidad de que sigamos sintiendo los efectos más profundos de las medidas tomadas para controlar el virus, durante los próximos 6-8 meses, pero como sucede con la mayoría de eventos de esta magnitud, viviremos las secuelas económicas y financieras del COVID-19 por un período aún mayor hasta finales del 2021.

Debemos tener claro al analizar cuánto puede durar la crisis generada por la pandemia, que mientras no esté disponible una vacuna eficiente y segura
para el COVID-19, tendremos que convivir con las medidas recomendadas para contener su avance, como el distanciamiento social, uso de mascarillas,
aislamiento de los más vulnerables, entre otras. Esto tiene un impacto directo en el comportamiento de los consumidores. Claramente veremos cambios en los hábitos de consumo que van a perdurar más allá de terminada la crisis sanitaria, como un incremento de la tendencia hacia las compras online, la reducción de traslados innecesarios y un mayor uso de canales digitales que brinden seguridad y confianza a los clientes, por lo que todas las empresas deben prepararse hoy más que nunca para adaptarse a estas nuevas tendencias que seguirán creciendo a pesar de que el mundo pueda vencer, de forma
definitiva, esta enfermedad.

La duración y dimensión del impacto serán diferentes para cada sector de la economía, por lo que resulta vital que los empresarios realicen un análisis profundo de todas las variables que influyen en el sector en el que operan, ya que no se trata de un evento puramente financiero, sino de una crisis que afecta de manera directa la economía real, que ha distorsionado el funcionamiento de la cadena productiva en casi todos los sectores, y a pesar de que alrededor del mundo bancos centrales y gobiernos están tomando medidas para reducir el impacto económico de la crisis, la recuperación tomará tiempo.

Tomemos como ejemplo el sector hotelero: a pesar de que finalice la implementación del distanciamiento social y los hoteles se encuentren listos para operar, la recuperación de esta industria no dependerá solamente de qué tan rápido pueden estar listos para recibir visitantes una vez se abran las fronteras, sino de que las personas alrededor del mundo recuperen la confianza para viajar y vacacionar. En una encuesta publicada por la revista Forbes, un 48% de los encuestados expresó que no estaría dispuesto a viajar o quedarse en un hotel hasta seis meses después de que la pandemia esté controlada; en otras palabras, la duración de la crisis estará determinada por diversos factores individuales a cada industria.

En el caso del sector construcción dominicano, específicamente el segmento construcción de viviendas, el paquete de medidas financieras tomadas
por el Ministerio de Hacienda y el Banco Central constituyen un importante apoyo a la recuperación del sector una vez se reinicien las actividades; sin
embargo, nuevamente debemos enfocarnos en el impacto de la crisis en los consumidores: la pérdida de puestos de trabajo y la reducción de la confianza de los consumidores en la estabilidad económica traerá consigo una baja importante de la demanda de unidades habitacionales. Mientras las familias dominicanas perciban un alto riesgo de perder su trabajo o su negocio debido a los efectos de la pandemia, pondrán en “hold” la decisión de adquirir una vivienda a pesar de que las tasas hipotecarias sean muy atractivas.

A medida que la política monetaria expansiva y otras medidas implementadas por el Banco Central, que buscan alivianar la carga de los comercios frente a la baja de la actividad comercial, generen las condiciones para retomar la senda del crecimiento económico, la confianza de los consumidores subirá y con ella la demanda de viviendas. Esta gradualidad es un factor que no debemos perder de vista al momento de realizar nuestras proyecciones para lo que resta del 2020 y el 2021.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), se espera que el PIB global termine el 2020 con un decrecimiento del -3.0%. Para dimensionar la magnitud de esta caída, es bueno recordar que en el año 2009, luego de la crisis financiera, el PIB global decreció un -1.1%. En nuestra opinión, estos datos nos confirman que la planificación financiera de las empresas debe realizarse con un alto componente de austeridad, cautela y organización.

Uno de los pasos más importantes para mitigar los riesgos de la crisis, es la elaboración de un plan de negocio actualizado que contemple todos los
escenarios y factores que influyen en el negocio, en un entorno pos-COVID-19. Revisar las finanzas es esencial: cuentas por cobrar, cuentas por pagar, liquidez, inventario, deudas, proyecciones de ingresos y gastos. Algunos aspectos que no deben faltar al momento de realizar la revisión financiera son:

• Revisar de forma minuciosa las cuentas por cobrar, determinando si cada uno de nuestros clientes estará en capacidad de cumplir sus compromisos con nosotros, de qué forma están siendo afectados por la crisis y si existe la necesidad de ofrecer un nuevo plan de pago. Es de vital importancia mantener una comunicación fluida con todos nuestros clientes para actuar de manera oportuna ante cualquier dificultad.

 

• Elaborar un flujo de caja, poniendo especial atención al diseño de un plan detallado para resolver cualquier faltante identificado, o invertir adecuadamente los excedentes.

 

• Mantener una comunicación abierta y constante con las instituciones financieras para que puedan trabajar en conjunto para diseñar soluciones financieras adaptadas a los requerimientos específicos de su situación actual, ya sea si tiene la necesidad de acceder a nuevos créditos o reestructurar los actuales; recomendaría evaluar si necesita un período de gracia para pago de capital.

 

• Priorizar los compromisos, dando preferencia al suplidor para que siga despachando las mercancías críticas de acuerdo a la etapa en que se encuentra el proyecto, si es posible, negociar con ellos un mayor plazo para el pago de las mercancías despachadas.

 

• Revisar los esquemas de incentivos a los empleados y optimizarlos para aumentar la motivación y el desempeño eficiente.

 

• Para los mayores deudores comerciales, ser celosos con su clasificación de crédito que establece la normativa vigente, trabajando con los indicadores
  de liquidez, endeudamiento, capital robustoy flujo de caja positivo. Estos y otros aspectos de una planificación adecuada aumentan de manera significativa las probabilidades de tener éxito en este difícil contexto.

 

Si bien el panorama mundial y local, presenta retos importantes para la industria, también debemos señalar que en las condiciones actuales se presentarán nuevas oportunidades de negocio, sobre todo para aquellas empresas que cuentan con reservas de efectivo. Lo más importante al momento de evaluar estas oportunidades, es estar seguros que comprendemos los riesgos involucrados. La volatilidad que se experimenta en el mercado ha creado condiciones de precio atractivas en muchos activos, sin embargo, entendemos que, antes que el precio, debemos determinar si las características
fundamentales de generación de valor de dicho activo le otorgan un atractivo sustentable en el tiempo. Siempre es una buena medida consultar con su asesor financiero de confianza antes de realizar inversiones que están fuera del giro de su negocio.

El sector construcción es una pieza clave en la recuperación de nuestra economía, históricamente ha sido un gran generador de empleo y motor del
crecimiento, superando grandes retos y mostrando siempre resiliencia ante las dificultades, por lo que estoy seguro que, gracias al liderazgo eficaz de los
profesionales que hoy marcan las pautas en el sector, se sobrepondrá a estas dificultades y seguirá realizando grandes aportes a nuestro país.

 

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Autor: Juan José Melo, Ingeniero Industrial

Chief  Country Officer República Dominicana,

CEO JMMB puesto de bolsa,

CEO AFP JMMB BDI

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