OTNIEL DE MOYA – ENTRE LA VALORIZACIÓN DE LOS MATERIALES

El arquitecto paisajista se destaca por el uso de acabados en materiales autóctonos
que aportan belleza, soluciones prácticas y respeto a la naturaleza
Para el arquitecto Otniel de Moya, los acabados tanto en el ámbito de la arquitectura como en paisajismo deben orientarse hacia los materiales locales, que es, precisamente, la tendencia por la cual se ha destacado a lo largo de su carrera y la idea que propone en cada nuevo proyecto.
Y aunque afirma que las tendencias en acabados, tanto a nivel local como global, se bifurcan en dos direcciones principales: una orientada hacia la sostenibilidad y otra hacia la rentabilidad económica de los proyectos, deja claro que su visión se inclina y se alinea claramente con la sostenibilidad, promoviendo la aplicación de la tecnología para valorar lo local, fomentar el reciclaje, revalorizar materiales subutilizados y reducir las emisiones de carbono en los acabados.
“Creemos que la tendencia en lo que respecta a la estética de los acabados, tanto en arquitectura como en paisajismo, debe orientarse hacia lo local; materiales como el ladrillo, el tapial, la madera y las piedras, combinados con otros que favorezcan la eficiencia energética y reduzcan el peso de los edificios, son los que consideramos apropiados”.
Una propuesta ganadora con una fachada notable
De Moya, con su proyecto Estero Vivo, ganó el Premio Diseño Urbano No Construido en la XII Bienal de Arquitectura y Urbanismo RD. Su trabajo le permitió reafirmar su filosofía de trabajo y demostrar la importancia de encontrar un equilibrio entre hombre y naturaleza. En esa oportunidad, se destacó con su propuesta de una fachada hecha de quiebra-soles de varas del árbol de neem.
“Las características que destacan en nuestras obras incluyen una profunda comprensión de las dinámicas naturales del sitio, así como la capacidad de ordenar a todos los usuarios y actores implicados en un enfoque holístico. También impulsa nuevos espacios para el desarrollo futuro de hospitalidad, la restauración de hábitats para la fauna local, la recuperación del bosque seco, la protección de especies como los manatíes, la mejora de la accesibilidad, la creación de centros de visitantes y áreas de interpretación ambiental. Aunque nuestro proyecto fue galardonado en la categoría de proyecto urbano no construido, logramos detallar la materialidad en uno de los centros de visitantes propuestos.
En ese espacio, se utilizó piedra local en los acabados y se trabajó con agregados mezclados con cemento en los suelos. Un acabado particularmente singular fue la fachada “viva”, hecha con quiebra-soles de varas de neem (Azadirachta indica), un árbol invasor en República Dominicana que en Estero Hondo está invadiendo los bosques secos y manglares. El objetivo de este uso fue aprovechar las varas jóvenes para la fachada, contribuyendo a la eliminación de esta especie invasora en el sitio”.
Otniel explica que la principal motivación para esta decisión fue su filosofía de trabajo, basada en una cosmovisión ecocéntrica, ya que con la arquitectura y la selección de estos materiales, busca hacer que cada proyecto forme parte de ese entorno único y respetado.
La importancia de acabados correctos en exteriores y paisajismo
“En el ámbito del paisajismo, considero que la selección de materiales y acabados en superficies duras tiene una responsabilidad aún mayor que en los interiores o exteriores de los edificios. Cuando usamos un material en el paisaje, podemos alterar no solo la dinámica de nuestro proyecto, sino también influir en la ciudad y en el medio ambiente. Por ejemplo, al modificar superficies naturales con materiales permeables que permiten la absorción hacia el subsuelo, podemos evitar aceleraciones en el flujo de agua, erosiones y posibles inundaciones. Por ello, en la medida de lo posible, proponemos materiales permeables que se integren a las dinámicas naturales del entorno”.
En el mercado local, los arquitectos, ingenieros y decoradores pueden encontrar materiales innovadores para acabados, como fachadas ventiladas, microcementos, pavimentos permeables, maderas recicladas comprimidas, ventanas aisladas. Pero para Otniel, las técnicas y los productos más valiosos son aquellos que promueven la eficiencia energética, la captura de carbono, la reducción de transferencia de calor, el uso de materiales reciclados, materiales vivos que se adapten a las condiciones climáticas, además de opciones más flexibles y ligeras.
El tapial
Entre las alternativas que suele utilizar Otniel en sus propuestas se encuentra la técnica del tapial, un método de construcción que consiste en elaborar muros con tierra arcillosa húmeda y compactada, cuyos orígenes son muy remotos, pues esta técnica fue utilizada por los romanos en la construcción de sus murallas. Además, hace 2,000 años, su uso era muy común en China, con un ejemplo notable en la Gran Muralla, construida en buena parte con tapial. Otro ejemplo es también la Alhambra de Granada, ya que fue una técnica muy utilizada antiguamente en toda la cuenca del mar Mediterráneo.
Entre sus ventajas están que tiene un excelente comportamiento térmico, gran aislamiento acústico e incombustibilidad frente a un incendio. Además, es un método muy económico y ecológico, pues gracias a las características propias de la arquitectura bioclimática, aprovecha los recursos disponibles y optimiza al máximo las condiciones climáticas de su entorno.
Otros puntos destacables del tapial es que, gracias a su capacidad de transpiración, impide las condensaciones; favorece el confort y salubridad interior gracias al equilibrio entre humedad y temperatura que se produce entre el interior y el exterior, y su demolición es también ecológica, pues es tierra que puede volver a ser utilizada.
Ejemplos de su compromiso con la arquitectura y el paisajismo
De las obras desarrolladas por Otniel de Moya y su equipo se destacan la Villa Neblinas, la Residencia C y el Parque de Termas Naturales Aguas Calientes. “En estas obras, utilizamos diversas técnicas y materiales inéditos en la zona, como el granito local de Los Montones, maderas producidas localmente, cubiertas verdes integradas con el paisaje, empañetes que evitan el uso de pintura, así como los ladrillos estructurales. Todo ello en consonancia con nuestro enfoque sostenible y respetuoso del entorno”.
Una disciplina que aporta a la cultura y la sociedad
Otniel de Moya es un arquitecto paisajista graduado de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, en Santiago, y cuenta con una maestría en Paisajismo de la Universidad Politécnica de Cataluña, España. Actualmente es el director de ODPA, un estudio de arquitectura y paisajismo que valora materiales y técnicas constructivas locales, así como promueve los paisajes endémicos.
Las motivaciones que llevaron al joven arquitecto a dedicarse a esta carrera están fundamentadas en la creatividad y en la capacidad que aporta el oficio para mejorar la vida de los seres humanos y sus comunidades, manteniendo respeto por el entorno y el medio ambiente.
“Lo que más me atrajo de la arquitectura fue su naturaleza creativa y las herramientas que ofrece para modificar la realidad e influir en una cultura a través del diseño. En relación con el paisajismo, conecté inicialmente mediante una colaboración que surgió por el interés familiar en proyectos de jardines, esto despertó en mí un interés profundo por esta disciplina, que me llevó a realizar la maestría. A partir de ese momento, se redefinió el rumbo de mi carrera profesional”.
Al regresar al país, Otniel comenzó a colaborar con su mentor, el arquitecto Eduardo Sánchez, en diversos proyectos tanto de arquitectura como de paisajismo. “En ese período, participé en un proyecto de restauración de los taludes de la carretera Bávaro-Miches, y de manera simultánea, diseñé el Parque de Termas Naturales Aguas Calientes, en San José de las Matas. Este proyecto me posicionó en el mercado nacional y llamó la atención a nivel internacional, especialmente tras ser seleccionado para participar en la IX Bienal Internacional de Paisaje Rosa Barba, considerada la más importante del mundo en esta disciplina”.